Cartas desde la nostalgia

1:29 / Comments (0) / by retinorama

Toc,toc.

Apenas un parpadeo. Un ruido familiar. Reconoceria esos nudillos entre todos los nudillos del mundo tocando suavemente esa puerta. Toc, toc. Y luego el silencio. Apenas me llega el mensaje, me da tiempo a cerrar los ojos para componer mi recuerdo de aquella habitación donde tanto esperé a mi nostalgia. Ya no la recuerdo con colores. Está vacia, y gris. Una telaraña absurda cuelga del vacio, sin siquiera balancearse. Aquel rincón se quedó vacio, y ahora ya no hay nadie, solo polvo en las ventanas, y cristales rotos. Me fui, y recuerdo que dejé las llaves puestas. No quise cerrarla. Nadie se merece no poder volver a su nostalgia, y ninguna nostalgia merece no poder marcharse dondequiera que marchen, las nostalgias a morir.

Toc,toc. Toc, toc y silencio. En otro tiempo, y como en un fotograma, aquella yo se hubiera levantado de golpe, atusado el pelo, abierto la puerta y esa alegria, la de entonces, se hubiera retorcido en su propia pirueta. Pero no veo ningún rastro. No veo a nadie, ni nada. No dejé mis libros. No dejé mi música. No dejé ni siquiera ni nombre grabado en algún lugar de la mesa de madera que corrió para siempre su mala suerte. No dejé nada. Nada mio. Ni mi alegria ni mi tristeza. Yo no, pero al parecer ella si. Y por eso me escribe.

Hoy he recibido una carta desde tu nostalgia, y así es como me he dado cuenta que mi fantasma sigue viva, y me manda recuerdos. No sabia donde estaba, porque se marchó y hasta hoy de ella no supe. Mi fantasma se despidió de mí en aquel bar minúsculo donde le gustaba sentarse a beber un café largo, con la leche caliente y dos de azúcar, para fumar y mirar el parque. Aquella vez me miró con sus ojos transparentes y me explicó que queria marcharse de allí. Que ninguna de las dos habiamos podido ganarnos. Que ninguna de las dos habiamos llegado a querernos para siempre, después de tres años. Que ella no podia vivir sin nostalgia, y que la nuestra parecía haberse acabado ya, y no tuve más remedio que darle la razón. No le pregunté a donde iria. Se despidió de mi y durante un tiempo, la esperé antes de irme a dormir, porque no confiaba en su despido, demasiado voluntario, tanto tiempo cogiéndome de la mano, tanto tiempo dándome las buenas noches, arropándome con sus susurros. Pensé que era normal que no la viera, que estaría ocupada haciendo loquequiera que hagan los fantasmas para desaparecer, y pensé, a fin de cuentas, que era eso lo que quería, lo único que podía hacer, habiéndome vaciado a mi ya de tu nostalgia. Muchos días después, cuando aquel bar minúsculo desapareció bajo las gruas el mismo dia que empezó a nevar, me despedí de él porque entendí que era cierto. Que mi fantasma se habia marchado. Que era su manera de decirme adiós. Ahora que lo pienso, no me extraña del todo que mi fantasma salvara de mi algo en aquella habitación. Guardó alguna menucia. Unos cuantos dedos para escribirme. Para mandarme recuerdos desde su vida, desde su no-vida.

Por lo que me escribe, deduzco aburrimiento y no tristeza, así que ya sé que, después de todo, mi fantasma no ha muerto, sólo que la imagino más gris que nunca, pero mantiene, según cuenta, esperanzas de recuperar su color. Para volver a beber de la dulce fuente de la nostalgia de lo no-vivido. Autónoma ya de mi, de mi mis dias, de mi realidad, habiéndome vivido entera, en definitiva, ha decidido que para seguir viviendo, después de perdonarme a mi la vida, lo tenia mucho más fácil, mucho más fácil. Solo tenia que irse a vivir contigo. Y así es como sé que mi fantasma se te ha colado en alguna noche. Que quizá se esté mezclando entre la gente, con su triste apariencia gris, o se pare en un semáforo cualquiera disfrazándose de conductora de espaldas. Que hasta te truque las radios o los dedos, y suene muse, o radiohead, o the cure o se vista de vuelco de corazón, de sombra que desaparece siempre por las esquinas, si intentas mirarla. Si la conoceré yo.

Toc, toc.Mi fantasma no habla, aunque sepa escribir. Y aunque pudiera hablar, sé que tampoco lo haría. La conozco bien y sé que no le gusta hablar con desconocidos.

0 parpadeos: