Amor, eso que dicen los libros (iii)

Lleva días buscando horas para verme, y eso, viniendo de ella, famosa por pertenecer a esa categoria de amigos que desaparecen de golpe de tu vida, de tus cenas, de tus cines, cañas o viernes por la noche de golpe en nombre del amor, significa que necesita hablar conmigo de algo urgente. Es caprichosa, pija, snob y una estirada, y sobretodo, egoista, de esas personas egoistas que no sólo no reconocen no serlo, sino que encima te tiran la caballeria por encima para defenderse porque saben que no tienen razón y simplemente, acabas por pasar de ellas. Pero además es divertida, honesta a su retorcida manera y una payasa pero sobretodo, la compañera ideal para salir por la noche a lo que llamábamos "la huerta". A ver qué recolectamos hoy... me decía en la puerta de aquella discoteca tan fashion como ella en la que siempre entrábamos gratis Hola, somos dooossss.... y dejaba caer un golpe de pelo a la derecha y los porteros siempre cedian, sin decir una palabra, mientras una cola que daba la vuelta a la esquina nos miraban con rencor y yo, sencillamente, alucinaba, porque  no podía entender cómo lo hacia... Pues tú te pones muy recta, así... y te imaginas que eres Angelina Jolie que quiere entrar a su local  como si le hicieras el favor de su vida. En fin, a ver qué hay hoy en la huerta...kiwis, papayas, mucha calabaza....... miraaa, laura, ese es de los tuyos... mira, un papayóoon...

Nos reíamos mucho con esa tonteria, nos reíamos mucho con todo, y sobretodo, de nosotras mismas. De nuestra ingenuidad y de nuestras maldades. De tener la sensación de estar viviendo buscando una esperanza que tardaba mucho en llegar, que quizá todo eso que dicen los libros sobre el amor no existiera. Tia... ya no pueden engañarnos.... y qué vamos a hacer ahora? , porque ella y yo pensábamos lo mismo al mismo tiempo, que tenía que existir, que ese alguien debia estar por alguna parte, No lo sé... te juro que no lo sé....pero ninguna de las dos sabíamos todavía que ese alguien nunca estaba, nunca en aquellas barras, a aquellas horas, con aquellas copas encima, así que nos mirábamos y olvidábamos, bailábamos, reíamos, ligábamos y bebíamos juntas pensando que de verdad, teníamos toda la vida por delante y como nunca nos fuéramos a cansar de salir hasta aquellas horas, de llevar aquellas copas encima, de buscar en aquellas barras el amor, el amor de nuestra vida.

El amor de mi vida me encontró y siempre dice que nunca podrá olvidar lo primero que pensó al  y que nunca me lo dirá, por mucho que yo le insista.

El amor de su vida la encontró una noche cenando en Barcelona, justo en la mesa contigua y tan pequeña que ponen en esos restaurantes tan fashion como ella, dos chicos solos, dos chicas solas y dos mesas tuvieron que unirse para ser una promesa.

Y desde aquel momento, nuestras preguntas ya no tuvieron las mismas respuestas. Yo decidí no preguntarme nada y ella decició preguntárselo todo. Luego, vinieron los celos, los malosentendidos, las mentiras, las persecuciones, peleas, reconciliaciones, lloros, llamadas desgarradoras, la intolerancia, la desconfianza, la ira, los insultos. Y la pasión. Sobretodo la pasión. Por encima de todo la pasión. Es que querer duele, me decia. Si no duele, es que no es amor. El amor, tiene que doler. Las reconciliaciones. Yo la miraba y de repente tenia la sensación de que la enfocaba a través de un catalejo, antiguo y desenfocado, porque a pesar de querer no comprenderla, la entendía. Vaya si la entendía. Pero no podia ponerme de su parte. Porque mientras yo me deslizaba por una cálida, mullida, suave y sedosa pendiente donde cada vez se veía más la primavera, ella mutaba en una c.s.i para saber si su novio mariposeaba por ahí con otras. Y la tia lo conseguia. Asi que pasó lo que tenia que pasar. Rompieron y tras medio año de separación, han vuelto. Eso, según figura en un contrato firmado en un folio y manchado con vino, significa que me debe una cena en los jamones que, en nombre del amor y la pasión debia pagarme por haber tenido fe en el  final feliz de su historia.

Yo hubiera preferido que estuviéramos solas, pero es que si no avisamos a la otra, y se entera, se va a mosquear... y para qué queremos más,. Yo también lo hubiera preferido, pero sé que encontraremos el momento, porque para mi es una noche, una noche de aquellas en las bailábamos, reíamos, ligábamos y bebíamos hasta las tantas, riéndonos de nuestras ingenuidades y de nuestras maldades, de nuestras preguntas a pie de aquellas barras, de aquellas noches, a aquellas horas y encontrando verdades como templos con aquellas copas encima.

...Y claro, ahora que hemos vuelto... pues no te voy a engañar, no saltan chispas cuando nos vemos. A mi me cuesta, supongo que a él también... y  claro... una se pregunta: para esto tanto? tanto pasarlo mal, tanto llorar, tanto tener paciencia?... esto es lo que yo queria? esto es amor?

Creo... creo que es amor en el momento en el que dejas de preguntártelo.