Nunca habia sentido una desesperanza tan enorme, demasiado honda para las circunstancias, había más, mucho más de mí detrás de todo aquello, demasiado de mi, y cuanto más tiraba, más salía y salía desamor y nostalgia por una parte de mi que ya no iba a vivir más, por todo eso lloraba por dentro y con eso no había suficiente, y empecé a llorar por fuera, y luego, por alguna razón, ya no pude parar. 
Cuando abrí los ojos me sentí mucho mejor. Creo que tomé la decisión en mis sueños, porque me hacía demasiado daño tomarla consciente, no sabía cual, pero había sucedido, siempre siento ese tipo de calma cuando decido algo y sé que no hay marcha atrás. Ya me había llorado, y era otra vez de día.
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