Más mejor amigos.

8:34 / Comments (2) / by retinorama

- Bueno, te voy a dar ya la mala notícia.

Dejo la taza en la mesa y le miro, porque llevo más de hora y media esperando una sentencia parecida. Sé que tiene que decirme algo y sé que no quiero saber lo que creo que tiene que decirme, porque si de algo estoy segura es de que va a dolerme. Como si pudiera leerme, sergio suspira y veo como intenta, sin demasiado éxito, encontrar las palabras adecuadas. En ese preciso momento pienso que debo conocerle mucho, mucho más de lo que siempre he pensado y mucho más de lo que él se ha dejado conocer durante todos estos años que han pasado desde la primera vez que nos vimos, cuando pensó que yo era una pija y yo que era uno de aquellos que se las daban de hippies antisistema. Ni él era lo uno ni yo lo otro, y luego, según él por nuestra común afición a la maldad y al sarcasmo más feroz, según yo porque siempre me han gustado las personas directas y poco diplomáticas, nos hicimos amigos, de ese tipo de amigos que uno no ve con mucha frecuencia pero que siempre están para lo que tienen que estar: los conciertos de platero, los de marea, los de extremoduro, las pelis de los hermanos cohen, los comics y juegos de la play, los buenos vinos, las buenas tapas y sobretodo, las buenas conversaciones.

Le pido que no me asuste, pero ya sé lo que voy a escuchar, porque, como digo, debo conocerle, mucho más de lo que pensaba hasta este momento, pero le conozco lo suficiente para saber que lo que le cuesta hablar de si mismo, de lo celoso que es de su intimidad, asi que nunca pensé que él, que desapareció durante tantos meses porque nunca quiso que nadie se enterara de que iban a realizarle aquella pedazo de operación, que no fue capaz de decirme que tenia el corazón roto cuando llevaba meses arrastrándolo tras de sí hasta que le amorré consecutivamente a dos botellas de un gran reserva, que bailaba conmigo en aquellos garitos tan cutres que tanto me gustaban, que era capaz de desaparecer durante meses y meses para aparecer por la puerta con un puñado de discos y otro de cd's dispuesto a pasar una tarde de series, nunca pensé que me hubiera escogido para ser la primera y la única persona con la que podia hablar de ciertas cosas, sobretodo, de aquellas que le hacen daño.

Cuando acaba y me mira a los ojos esperando una respuesta, pienso muchas cosas. Pienso que es arriesgado, que es peligroso, que no las tiene todas, que son problemas, demasiados problemas, que lo que brilla por fuera no siempre brilla por dentro, que las emociones a veces son eso, emociones, combustiones espontáneas y a veces, las únicas cosas que uno debe escuchar,  que la única manera de saberlo es hacerlo, que me duele, porque le quiero, y la quiero a ella, porque en ese momento me doy cuenta de lo que realmente nos une, porque yo le escogí, de la misma manera que él me escogió a mí, dos personas tan distintas, dos amigos tan distantes bebiendose codo a codo las mismas cañas en el mismo bar de barrio. Pienso todo eso y decido lo único que puedo decirle, lo único que él está dispuesto a escuchar.

- Yo estoy contigo. Yo estoy de tu parte. Quiero que eso lo tengas siempre muy claro, porque te lo estoy diciendo de verdad.

Sergio sonrie, deja su copa y me abraza  fuerte durante apenas un minuto, para soltarme luego mirando a su alrededor, un poco avergonzado de un impulso tan emocional y me mete un puñetazo en el hombro para compensar.

A mi se me llenan los ojos de lágrimas al mismo tiempo en el que me doy cuenta que todo el bar se nos ha quedado mirando,   preguntándose  qué hacen una pija venida a menos y un hippie antisocial un lunes, a media tarde, bebiendo cañas en el bar más cutre del barrio, seguramente sin saber, sin apreciar, sin comprender que lo que brilla por dentro casi nunca brilla por fuera, y que precisamente por eso lo esencial es siempre, tendria que ser siempre, invisible a los ojos de la gente que no saben mirarnos, que no saben escogernos, que se quedarán para siempre en la triste linea de las apariencias.

2 parpadeos:

Anónimo @ 7 de febrero de 2009, 8:54

Soy tremendamente directo, ya sé que parece un problema hoy en dia, pero yo sigo seguro que me he ahorrado un montón de tiempo y de gente. Después de caer por aqui por pura casualidad, he de reconocer, que me gustaria tener a alguien a quien darle un golpe en el hombro por sentirme en evidencia. Explicale alguna vez a tu amigo, que eres imprescindible y que si no lo entiende es su asunto.

Anónimo @ 9 de febrero de 2009, 0:15

A mi me gustan las personas directas, de lo que yo desconfio mas en esta vida es de la diplomacia, asi que gracias por dejarte caer por aqui y por el comment. Respecto a mi amigo, él ya lo sabe ;)